martes, 3 de febrero de 2015

LA LITERATURA DEL SIGLO XIX: EL ROMANTICISMO.


El Romanticismo es un movimiento cultural y literario que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX, tanto en Europa como en América. Dicho movimiento supone una reacción total a la razón impuesta por el Neoclasicismo, dando prioridad a los sentimientos, a las emociones, a la fantasía y al ideal.


En España, dadas las circunstancias políticas del país, el Romanticismo, propiamente dicho, tuvo escasa duración, llegando a su máximo apogeo en torno a 1835 (Duque de Rivas, José de Espronceda, José Mª Larra, José Zorrilla). Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860 (Bécquer y Rosalía de Castro).

La mentalidad romántica se caracteriza, en líneas generales, por el deseo de libertad, el fuerte individualismo, el idealismo, y el desengaño.


En la literatura romántica se refleja la forma de ser del hombre romántico y se manifiesta a través de las siguientes características:
·         Aparición de los protagonistas que se encuentran al margen de la ley o que no aceptan las normas de la sociedad: el mendigo, el pirata, el verdugo, el cosaco, el reo, etc.
·         La mezcla, en poesía, de distintas formas métricas e, incluso, del verso y de la prosa.
·         La ruptura, en teatro, de las reglas de las tres unidades (tiempo, lugar y acción), recuperadas por los neoclásicos, la mezcla de lo trágico y lo cómico, la desaparición de la verosimilitud y el carácter moralizante, el final trágico, la aparición de elementos extraños, etc.
·         El gusto por el ambiente nocturno, tenebroso, la aparición de una naturaleza violenta y desatada, relacionada con el sentimiento exaltado del romántico.
·         La fuerte personalidad de los personajes.
·         La ambientación de las obras en lugares exóticos o lejanos en el tiempo, derivada del gusto por la evasión.
·         El poco aprecio a la vida, que se observa en la aparición de la muerte e, incluso, el suicidio.
·         La aparición de elementos fantásticos, muchas veces relacionadas con el sueño y el subconsciente.